Ella

Tres “Te amo” que chocaron en el cristal, que no llegaron a tu alma.
No le servía la bendición de un dios sordo y rencoroso.
Tres “Te amo”, que rebotaron en su mente, incesantemente, como en una habitación vacía.
Promesas que no llenaron su alma, salieron de tu boca y ella las recogió con la pena de saber que en sus manos se desintegraban y se escurrían como el agua.
Tu presencia como un fantasma, abandonándola a ratos, desvaneciéndose.
Sembremos de dudas el mar y el desierto que nada les impide florecer.
“Regálame tu piel, para cubrirme”
Toda la sal del mar, de tu fría indiferencia, escociendo en sus heridas.
Tú, que le quitas el aire, no le digas más mentiras…
Toca tu corazón con la mano de la vida y dile lo que le susurras a escondidas.
Tú, que la trajiste de vuelta a la vida, no la mates con lentas agonías.
La soledad puede más que toda la alegría…
Y ella sigue siendo una niña asustada y aturdida.
No le servía la bendición de un dios sordo y rencoroso.
Tres “Te amo”, que rebotaron en su mente, incesantemente, como en una habitación vacía.
Promesas que no llenaron su alma, salieron de tu boca y ella las recogió con la pena de saber que en sus manos se desintegraban y se escurrían como el agua.
Tu presencia como un fantasma, abandonándola a ratos, desvaneciéndose.
Sembremos de dudas el mar y el desierto que nada les impide florecer.
“Regálame tu piel, para cubrirme”
Toda la sal del mar, de tu fría indiferencia, escociendo en sus heridas.
Tú, que le quitas el aire, no le digas más mentiras…
Toca tu corazón con la mano de la vida y dile lo que le susurras a escondidas.
Tú, que la trajiste de vuelta a la vida, no la mates con lentas agonías.
La soledad puede más que toda la alegría…
Y ella sigue siendo una niña asustada y aturdida.
2 Comments:
El poder de quitar y poner que ellos tienen en nuestra vida *
bye
cuidate
El poder que les damos, linda, nada más que eso...
Bye
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