Tu mujer...

Tengo miedo de los amaneceres
Que me arrancan de tus brazos.
De tu amor sin limite, de tus palabras
Cargadas de emoción, del dolor de la carne
Del dolor del alma…
Tengo miedo de la mañana
Que me obliga a despertar
Del letargo de esta pasión,
Que me abriga el cuerpo
En las noches de tu mar…
Tu mar, eterno, suave, furioso.
Tu mar sin límites
Que me arrastra, que me mece
Que choca con fervor
En las orillas de mi playa.
Tengo miedo al abrir los ojos,
No quiero saber que no estas,
Me niego a chocar con la oscura realidad
No quiero saber que mis ojos no te encontraran
No quiero la luz del sol, entrando por la ventana
No quiero mi cama vacía,
No quiero dejar de sentir tus manos;
Ni tu voz llamándome tuya
Tu mujer, tu alegría.
Vives en mí, en cada rincón de mí ser
De mi cuerpo, de mi alma.
Vives en mi, respiro de tu aire
De tu aroma que me envuelve
De tu paciencia enseñándome a amar
Vivo de ti, de tu dulzura…
De tus caricias sin fin, de la ternura de tu voz
De tu amor sin fronteras,
De tu fe en mí, en mis pocas ganas
De tu complicidad en mi locura.
Vives en mí por que te amo
Despierto y vivo, esperando la noche.
Encontrarte en mi sueño constante.
Por que eres tú, quien vive para amarme…
Por que soy yo, siempre soy yo, quien te ama
Detrás de la mujer de fuego, de la niña asustada,
Sólo soy yo, la misma que te entrego su vida
La misma que te prometió la eternidad,
Soy esa que se declaro tuya,
y se rindió a los pies de tu vida.
La misma que te ama siempre,
En cada uno de los segundos contados
Hasta ese día, que mi mente evoca,
Como un recuerdo…
Ese día que es una fracción del futuro.
Del futuro que tanto anhelo.
Que me arrancan de tus brazos.
De tu amor sin limite, de tus palabras
Cargadas de emoción, del dolor de la carne
Del dolor del alma…
Tengo miedo de la mañana
Que me obliga a despertar
Del letargo de esta pasión,
Que me abriga el cuerpo
En las noches de tu mar…
Tu mar, eterno, suave, furioso.
Tu mar sin límites
Que me arrastra, que me mece
Que choca con fervor
En las orillas de mi playa.
Tengo miedo al abrir los ojos,
No quiero saber que no estas,
Me niego a chocar con la oscura realidad
No quiero saber que mis ojos no te encontraran
No quiero la luz del sol, entrando por la ventana
No quiero mi cama vacía,
No quiero dejar de sentir tus manos;
Ni tu voz llamándome tuya
Tu mujer, tu alegría.
Vives en mí, en cada rincón de mí ser
De mi cuerpo, de mi alma.
Vives en mi, respiro de tu aire
De tu aroma que me envuelve
De tu paciencia enseñándome a amar
Vivo de ti, de tu dulzura…
De tus caricias sin fin, de la ternura de tu voz
De tu amor sin fronteras,
De tu fe en mí, en mis pocas ganas
De tu complicidad en mi locura.
Vives en mí por que te amo
Despierto y vivo, esperando la noche.
Encontrarte en mi sueño constante.
Por que eres tú, quien vive para amarme…
Por que soy yo, siempre soy yo, quien te ama
Detrás de la mujer de fuego, de la niña asustada,
Sólo soy yo, la misma que te entrego su vida
La misma que te prometió la eternidad,
Soy esa que se declaro tuya,
y se rindió a los pies de tu vida.
La misma que te ama siempre,
En cada uno de los segundos contados
Hasta ese día, que mi mente evoca,
Como un recuerdo…
Ese día que es una fracción del futuro.
Del futuro que tanto anhelo.
3 Comments:
no pedo dormir nada de nada... :(
Siempre se tiene miedo de las cosas.
Los verdaderos héroes son los cobardes que se atreven...
Besos
espectacular foto..y para que decir poema.los miedos son parasitos de la memoria
buenisismo
saludos
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