FuRiA*.*.*.*

Fue la furia en tus ojos la que me paralizó,
un frío me recorrió la espalda y me erizó la piel...
El infierno entero ardía en tu rostro,
como poseído por tus demonios.
Y esa imagen se repite una vez, dos, quinientas veces
y tus gritos me acechan y tus manos me duelen...
Incluso ahora, acá lejos de ti, lejos de todo...
Sólo puedo callar... ¿Es el más vil de los actos?
No sabes arrepentirte, no sabes pedir perdón
y yo necesitaba tanto absolverte de estos,
tus pecados, de todas tus bajezas...
Hoy me gritas a la cara que esto es mi culpa,
que yo te obligué, que hace mil años te dañe,
y lo vengo haciendo cada día...
Cuando no te doy la cara y no puedo dirigir mi mirada a tus ojos
Cuando estoy lejos y mis manos no pueden tocarte
Cuando hago silencio en tus ecos y me mantengo al margen
Cuando tienes miedo y mis brazos no te cobijan
Pero esta furia no tiene perdón, pero los daños se vuelven irreparables
y podría decirte, si mi boca pudiera articular palabras,
que tengo miedo, más miedo que tú,
pues es en tus manos en donde palpita y tiembla el detonador,
que puede terminar nuestras vidas o al menos la mía...
Tengo miedo de que tus ojos no puedan distinguirme, cegados por tu ira.
Tengo miedo de que esta no sea otra de mis pesadillas
Tengo miedo de que otra vez puedas encontrarme...
Y otra vez puedas matarme y beberte mi sangre.