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Vuelves a mi vida, siempre vuelves, ahora que lo tienes todo y cuando no tienes nada... No quieres dejarme ir y yo no quiero dejar que te vayas...
Hoy, tu voz, como siempre me estremeció, cuando pierdo las esperanzas de volver a sentir amor dentro de mi, siempre apareces, ¿te llama mi necesidad? ¿o mi alma sigue conectada a la tuya?
Amor, no concibo mi vida sin ti. Nunca, nunca otras manos, nunca otra boca... nunca nadie más va encontrar mi infierno, la fibra exacta y única que rompe mis cadenas. Nunca otros ojos van a traerme así, de vuelta a la vida... nunca otra sonrisa me va a dejar sin aire... Nunca más mis sueños van a volar junto a otros sueños, si no son los tuyos.
El dolor sigue ahogándome, tus palabras siguen siendo certeros golpes en mi estomago, que me dejan sin respiración.
Mi odio por ti y por lo que me quitaste, nunca va a ser tan grande, como para ganarle a este amor. A este amor que no sabe de razón, que entregaría en sacrificio mi vida, por unas horas más de ti.
Por que cada vez que digo que se acabo, no hago más que mentir. Por que cada vez que niego este amor, mi alma se retuerce, acá adentro.
“Amor”, hoy volviste a llamarme amor, ¿será que mi necesidad, te doblega y te obliga? ¿Será que no has dimensionado, nunca el peso de esa palabra en mi, si sale de tu boca?.
Amor, tú que calmas todos mis dolores, tú que puedes traerlos de vuelta cuando quieras, tú que puedes pintar el mundo para mi, del color que gustes. Amor, hoy son tus respuestas las que necesito...
Llévame a tu infierno, no quiero el paraíso si no estas tú, no quiero respirar, si no es tu aliento, no quiero ver, si no son tus ojos. No quiero más vida, sí tú estas lejos.
Sí, Siempre, siempre tuya... y eso tú lo sabes, no es necesario repetirlo