Por un rato...

Hemos desaparecido

del mundo que nos cobija

de la vida.

Entre Silvio y Serrano

por un rato nos borramos

entre estas cuatro paredes

¿Hoy nadie puede encontrarnos!

Y me reflejo en tus ojos

pequeños tus ojos de olvido

me recuerdan mudos

que no debemos

olvidar el camino.

Y Serrano nos susurra:

"Si yo fuera tu asesino

conmigo nunca tendría clemencia

y me condenaría a muerte

que es condenarme a tu ausencia"

Y sus palabras me hieren.

Y de esa vela que encendiste

baila, en tus pupilas la llama.

Y me miras y sonries

como se sonríe a un niño

con ternura y comprensión

y acaricias mi rostro

mientras apurada te vistes

y me besas en la frente

y me tomas de las manos

y te pegas a este cuerpo

que no quiere despertar

de este sueño entretejido

por mis manos y tus manos.

Y cual sentencia me dices

se hace tarde, nos vamos...