Saveme*.*.*

El dolor abriendo llagas en mí, ya lloré, ya grité, ya maldije, ya vomite la traición y la pena, y mientras me ahogaba, encontré el aire, justo antes de asfixiarme con los errores que volví a cometer, a conciencia, por ser tan estúpida como para volver a creer... me quebré en mil pedazos, me partí por el daño, por la angustia y quedé vacía, vacía y triste, ya no quedaba nada en mí, para nadie... lo último lo entregue al viento, repartido en palabras que se devolvieron, sólo para herirme. Palabras que se hicieron burlas en su boca mientras yo me destruía, muda de impotencia y decepción...
Pero encontré tu sonrisa otra vez, salvándome, como siempre, como si tu radar pudiese captar mi pena y te trajera a mí, aunque nos separen mil mares y dos montañas. Y aquí estas, para recordarme, que hay maneras más limpias de amar, que hay mucha gente que amamos y nos corresponde, que todos los que me rodean son pilares de luz en mi vida y que me alegra ser tu pilar y el de ellos.
Llegaste y abriste la bolsa de las mariposas, que siempre revolotean en tu presencia y me forzaste a recordar que tengo una guarida donde sanarme, bajo tu cuidado.
No, no olvides que me haces feliz, que tu voz siempre me salva, que tus ojos me hablaron de las cosas buenas, que puedo perderlo todo en un segundo, con tranquilidad, pues siempre voy a poder recuperarla en tus brazos, en tu compañía; que pueden destruirme a punta de golpes, pero tú siempre vas a salvarme, a reinventarme, a llenarme de cosas maravillosas.
Siempre vas a estar ahí, para escuchar mis medias confesiones y mis suplicas:
- No te vayas, no me dejes sola o llévame contigo
En el fondo, las cosas reales y mutuas nunca mueren, en eso tienes razón. Aunque me arrepienta mil noches, cada vez que lo digo.
Llévame, siempre contigo.
¡Ya no hay más odio, ni dolor en mí...!