domingo, octubre 28, 2007

Segundos...



Un segundo antes de que el mundo se detuviera,
Tu sonrisa detuvo mi pequeño mundo.
Un segundo antes de declararme
Oficialmente muerta y vencida,
Tu beso desvaneció el grito de mi garganta.
La sangre dejo de correr por mis venas,
Mis ojos dejaron de ver la realidad,
Todo en un breve segundo,
Antes de que todo estallara a nuestro alrededor.
Todo antes de que se despedazara cada partícula,
De la nada que nos escondía.
Nunca un segundo fue eterno,
Nunca el cielo nos cobijo o la lluvia nos salvo,
Nunca dejaron de caer las estrellas.
Fue la eternidad la que nos refugió
Entre sus escombros.
Tu piel pegada a mi piel,
Tus besos calmando mis miedos.
El mundo se caía a pedazos, amor,
Y yo sólo sabía amarte.
El viento se lo llevaría todo…
El viento, el tiempo…
Las apuestas que nunca gané.
¿Cómo se hablan dos almas, dos cuerpos,
Que no tienen palabras, ni líneas?
¿Qué códigos secretos los guían?
La tierra se partía en dos, amor,
Y yo sólo pude ignorarlo.
Por que un segundo antes
De que todo se derrumbara
Tu mano apretó mi mano,
Tus ojos me refugiaron,
Y me regalaste la calma de tu sonrisa.
Y cuando mi alma volvió a mi cuerpo desarmado,
Lo único que quedaba era tu cuerpo.
Que la muerte nos lleve con ella,
Que la vida florezca con tus respiros.
Que todo se desvanezca
Que tus manos escarben la tierra.
Que el agua nos cubra…
Que el amor nos mate o nos salve.

jueves, octubre 18, 2007

I'm Not (II parte)... Yes I'm...


Ahí estabas hoy… sonriéndome desde el otro lado de la calle, con tu cara de niño travieso, con tus ojos apaciguadores, para derrumbar mis convicciones, todas esas convicciones que he rezado desde esa última vez.
Esa noche fría y oscura, cuando solo el amor nos salvó. Ese día en que la pasión no desbordo nuestras copas, esa noche que me dejo la amargura de no poder darte lo que me hubiese gustado, lo que te merecías. Pero tu abrazo y tu manera de arrullarme, de buscarme cada vez que tus brazos me perdían, clavaron en mis células la inquietud que me asalta ahora, mientras espero que el semáforo cambie, para saber si de tu boca volverán a salir esas palabras que conmovieron a mi alma… Y que me asusta no volver a escuchar.
No quiero dejarme convencer por tus lindas palabras… pero estas noches de tanto frío he anhelado tu cuerpo abrigando mi pálida desnudez.
No quiero dejarme arrastrar por tu convicción de que esta vez si va a resultar, que puedes revivir todo lo que se a muerto, que puedes reparar lo irreparable en mí. Pero necesito volver a vivir para ti.

Y aquí estas frente a mí y tu boca como si fuera el acto más natural del mundo, busca mi boca… dándole alas a esas mariposas dormidas de mi alma…

Si, ¿Por qué no?... es un gran comienzo. Sólo tu mujer, tu misteriosa mujer, tu amante…

viernes, octubre 12, 2007

Lo que Sangro...

Hoy desperté con el sabor de tu ausencia palpitando en mis labios
Recorrí cada rincón, buscándote, pero es inútil, te fuiste,
Sutilmente te alejaste de mí, sin dejar huellas que seguir.
Ni caricias a las que aferrarme.
Sólo palabras desdibujadas en mis ojos.
Sólo besos de mentira en el filo de mis labios.
Desperté a la muerte de no tenerte.
Queriendo maldecir tu existencia, odiar tu amor lleno de fragilidades
Y no fui capaz, el pasado me enseñó a golpe de lágrimas que no es posible.
Sólo otra despedida, sin lágrimas, sin promesas vacías.
Sólo mi adiós haciendo eco, en el infinito que nos separa.
Quiero ser feliz, quiero arder en algún infierno sin dueño.
Quiero arrancar la piel que quemaste, los sabores que sembraste.
Los temblores que se fueron, con jirones en tus huracanes.
Quiero de vuelta mi alma de niña, negándose a abandonarme.
Deseo encontrar el punto exacto, en la línea de mi tiempo.
El punto específico donde empecé a caer en esta pena, sin comienzo, sin fin.
Necesito el puente más alto de mi mundo, para saltar…
Sin cuerdas, sin paracaídas, sin agua al final.
¿Quién, amor, quién va a llorar mi inexistencia?
Quiero la pócima mágica, para el olvido…
De los cuentos que nunca me susurraste.
Quiero no encontrar la mañana al despertar.
Quiero el algodón de esas nubes para llenar mis vacíos.
Quiero noches de paz, sin perturbaciones.
Te fuiste y mi tren, ya no quiere detenerse.
No hay una sombra silente esperando en algún andén.
Te fuiste y ya no sé empezar de nuevo.
Decidiste el futuro para los dos…
Las dos caras de la moneda que lanzaste.
Girando en el aire… ¿La vida o la muerte?
Mi corazón cercenado, mi alma en el precipicio constante.
Las espinas en mis ojos, y mis lágrimas que ya no vienen del mar.
Te fuiste y entierro todo lo que olvidaste…
El amor incondicional, la espera eterna, el sublime dolor…
Te fuiste y me abandono a mi suerte.
Y me quedo sola, con el beso más doloroso de todos,
Con el más extraño temblor, de mi alma.
Con la palabra más absurda de mi memoria…
Adiós, amor, hasta siempre…