lunes, noviembre 15, 2010

In(Sensatez)***


Y llegará el inevitable día en que renunciemos a los sueños, y yo optaré por mi solitaria locura y tú por la paz de las cosas seguras.

Y yo volveré a llorar en su memoria y me dormiré aferrada a su fantasma.
Y tú seguramente, pedirás perdón y harás lo correcto.

Y serás el padre de 2 o 3 hermosas niñas y ninguna llevara mi nombre, por que preferirás negar los recuerdos.
Y despertaré cada mañana sin tu llamada o tus mensajes dándome ánimo, y me iré a trabajar sin ganas. Y por cierto, volveré a fumar al mediodía y me dormiré en el metro de regreso a casa y re-leeré cada carta que él me envío, para mantenerlo conmigo. Y me acostaré tarde, por que la noche no es una buena amiga para mí.
Y tú seguirás trabajando tanto como hoy, y le llevaras algunas mañanas el desayuno a la cama y le sonreirás y al mediodía la llamaras y te auto-recordaras que debes decirle que la amas. Y cuando cansado vuelvas a casa, la besarás sin pasión y a cenar y a la cama. Y en tus brazos se dormirá, cada noche, como un fantasma.

Y la vida volará, por que aún no habremos descubierto, como detener el tiempo.

Y alguna mañana, un extraño me sonreirá con dulzura en el bus y yo bajaré la mirada y fingiré que no lo he visto. Por que en el algún lugar de mi corazón, asustado algo gritará que amar y soñar esta prohibido, por que ambas cosas suelen dañar.
Y alguna noche, cuando el sueño no quiera acunar tu cansancio, mientras la abraces, un recuerdo añejo se filtrará en tu alma. Y agradecerás no haber escogido la locura. Por que sentirse vivo y feliz, no es suficiente cuando se arriesga tanto... Tanto dolor, tantas heridas…

Y talvez llegue el día en que al unísono, alguna canción detenga el mundo entero y con pena, sonrías tú y abrace mi estremecimiento, yo. Y será tarde, amor, y no sabremos como volver… como desandar el camino que nos ha separado tanto, no recordaremos como encontrarnos… Pero entonces, habremos al fin entendido que sólo soñando y amando, se puede hacer infinito un segundo, que sólo juntos podríamos haber sido eternos, al detener el tiempo.