Dying...

Tiembla inerte el frío de mi mano
Al roce del acero gris
Cortes verticales y profundos
Preciso el dolor punzante

¿Recuerdas que hizo frío en primavera?

Me vestí de negro para la ocasión
Los remolinos de mi alma, sin compasión
Levantaban sentimientos añejos
Revolvían hojas secas y recuerdos

¿Recuerdas como se estremecio la tierra?

Nada cambia al fin
Seduce el filo de la noche
Rebana la sangre
Rebana también, la razón.

¿Fue el fuego de tus ojos reflejado en el cielo?

Cortes verticales y obtusos al dolor
Roja la impaciencia, que brota en la pasión
Rojo corre y huye el amor
Tengo frío, lo lamento

¿Sigue ardiendo afuera el sol?

Olvide el despropósito de la vida
Olvide que el viento no corría
Tres, tres malditos días
Pueden ser mucho más, que toda una vida

¿Podrá la noche arrancarte la angustia?

La carne que se rompe y se abre
Las líneas que dibujan el camino
Como pesa el cuerpo, cuando se le escapan
Como palomas blancas, las alegrías.

¿Me regalas una última mentira?

Cortes verticales, cortes profundos
Si, probé la nieve con la punta de mi lengua
Si, prometí que no lo haría
Perdóname, aún tengo miedo

¿Se puede retroceder el tiempo?

Vivir por ti... Por que te amo*.*

La sangre agitándose en mis venas, otra vez.
Tus palabras llenando mis vacíos,
Tu presencia desvaneciendo ese maldito y constante dolor.
Te amo tanto, de verdad…
Realmente eres la razón por la que vivo…
¿Hemos dimensionado alguna vez lo que eso significa?
…Para ti o para mí…
Te amo hasta el último día de mi vida, te amo.
Aunque nada de esto tenga carne, algún día.
Re-apareces y en un segundo se responden
Todas las preguntas.
En un segundo todo tiene sentido…
Y mi alma se alegra y mis ojos se llenan de vida otra vez.
Y entra la luz y sonrío.
Y mi sangre sigue su curso, para mantenerme viva,
Por que la niña en mí, la niña que soy.
Te prometió luchar y esperarte.
Eres mi vida entera,
Eres la vida en mí, lo primero en mis mañanas,
Para darme esperanza y fuerzas;
Lo último en mis noches, para arrullarme en paz.
Eres el amor en mi carne, el deseo constante.
Las marcas en mi piel, mi sueño más hermoso…
Todas mis muertes y cada renacer.
Te amo, aunque esa palabra,
Nunca pueda decirte lo que eres.
Lo que significas para mí.

Ella

Tres “Te amo” que chocaron en el cristal, que no llegaron a tu alma.
No le servía la bendición de un dios sordo y rencoroso.
Tres “Te amo”, que rebotaron en su mente, incesantemente, como en una habitación vacía.
Promesas que no llenaron su alma, salieron de tu boca y ella las recogió con la pena de saber que en sus manos se desintegraban y se escurrían como el agua.
Tu presencia como un fantasma, abandonándola a ratos, desvaneciéndose.
Sembremos de dudas el mar y el desierto que nada les impide florecer.
“Regálame tu piel, para cubrirme”
Toda la sal del mar, de tu fría indiferencia, escociendo en sus heridas.
Tú, que le quitas el aire, no le digas más mentiras…
Toca tu corazón con la mano de la vida y dile lo que le susurras a escondidas.
Tú, que la trajiste de vuelta a la vida, no la mates con lentas agonías.
La soledad puede más que toda la alegría…
Y ella sigue siendo una niña asustada y aturdida.

Volvamos atrás??

Es raro encontrarte después de tanto tiempo y descubrir, que aún sigue latiendo así mi corazón… que aún revolotean las mariposas en mi estomago, que aún me sudan las manos y que tu boca, busque mi boca… como antes, cómo siempre.
¿Dos años, no son demasiado tiempo?
Y el tiempo que nunca paso por nosotros; por ese sentimiento que nos unió hasta la locura,hasta el abismo de no saber como amarnos más.
Es extraño mirarte a los ojos y volver en el tiempo. Sentarnos en un parque, como lo hicimos hace mil años y que el frío venga, justo hoy, para que sea como siempre fue… tus manos abrigando mis manos. Y hablar, y hablar, hasta quedar sin palabras y besarte, como si nada hubiese cambiado nunca.
Talvez ya no te amo, pero sigo siendo tuya, como siempre. Mi carne sigue siendo de tu propiedad, y ni tus manos, ni tu boca, piden permiso. Para comprobarlo, para reafirmarte, que ni los mil años que han pasado, pueden cambiar esa condición.
Y tu risa, que me contagia, hasta el llanto… ¿cómo olvidar, lo feliz que fui a tu lado?...
Volví a contar tus lunares… volví a mirarme en tus ojos de niño. Y sentí el vértigo de saber que nada cambia entre tú y yo.
Las horas volaron como antes, el tiempo siempre vuela a tu lado y el reloj nos apremia, ahora te esperan y me esperan…
Si, sigo siendo tu guagua… sí, mi carne si quería tu carne. Si, puedes hacer lo que quieras de mí… ¿contemos?... Uf!! 6 años., es mucho tiempo…
Sí, puedes tocarme. Si, siempre puedes hacerlo.

♥

¡¡¡¡NO A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN!!!!

... La Dictadura de mi Blog...

Tú.

Él que se perdió tantas veces en la inmensidad de tu universo,
En cada uno de los pliegues de tu creación
En la catastrófica locura de tu mente,
En los mil colores de los aromas de tu alma.
Él hoy vino a chocar con tus muros,
Los que levantaste, para separar aquellos mundos,
Mundos siameses, que parecían invencibles.
Se azota en los muros, la cabeza
Y recién comprende que no sólo él los aleja,
Siempre hay algo, siempre tú lo inventas.
Hoy corrió hacia ti, para encontrarte.
Para decirte, que todo es verdadero.
Las palabras que escaparon de su boca
Las caricias que dibujo con su mirada,
El amor que negó tres veces ese amanecer.
Y vino a chocar con la incoherencia.
Otra negra comedia en sus destinos,
Otro hombre agarrado de tu mano,
Sintiendo el aturdimiento que produce tu vacío.
Apresándote fuerte en sus abrazos,
Por que inconcientemente, siente.
Como todos también lo han sentido.
Que tu cuerpo es sólo aire que se escapa.
Que puede tragarse si se respira fuerte.
O llevarse el viento, al soplar en tus mejillas.
Ahora, explícale a su dolor que está pasando
Aunque no exista aquel derecho, de antemano.
Explícale a ese que se muere acá a tu lado,
Al que te mira desde lejos,
Y se asfixia en el discurso que había preparado.
Al que espera que tus miedos se disipen.
Al que no encontró otra alternativa que matarte.
A aquel que ultrajó tu cuerpo, en la locura.
Que sembraste, con la inestabilidad de tu alma.
Ahora explícales a todos, quien estaba equivocado.
Como fue que ese que hoy te come con sus besos,
Ganó batallas que no ha peleado.
Ahora explícale a este corazón que se desangra,
Miéntele y convénselo que nada ha pasado,
Que aquello que describe, no ocurrió.
Tú bien sabes mentir con la mirada,
Tú mejor que nadie, sabes mentir con el corazón.